9 dic 2014

EL APARATO DIGESTIVO





Por si hay algún problema aquí tenéis la dirección del video:

https://www.youtube.com/watch?v=XrFLEDncNEI

Actividad a realizar:

1º Ver el video.

2º Publicar un comentario explicando lo que faltaría por añadir al respecto.

26 oct 2014

ATENCIÓN A LOS ADITIVOS QUE TOMAMOS!!





Trabajo a realizar:
  1. Selecciona dos alimentos variados que consumas.
  2. Extrae los aditivos que contienen cada uno de ellos.
  3. Utilizando la tabla adjunta, saca una pequeña conclusión y nos la das a conocer publicándola.

8 oct 2014

EL CICLO DEL ÉBOLA


VIRUS CAUSANTE DEL ÉBOLA
                                   

TRABAJO A REALIZAR:

1º  Visualiza del ciclo del ébola.

2º  Busca información de los murciélagos y otros mamíferos que son posibles transmisores del virus del ébola.

3º  Localiza el área de distribución y el hábitat donde se desarrollan estos animales que intervienen en el contagio.


4º  Publica un comentario de tu trabajo.



                 

Los descubridores de cómo se orienta el cerebro ganan el Nobel de Medicina




Los investigadores John O’Keefe y el matrimonio May-Britt y Edvard Moser han recibido hoy el premio Nobel de Medicina por descubrir las células que componen el sistema de posicionamiento en el cerebro humano.

El trabajo de los tres investigadores desvela las neuronas que nos ayudan a “saber dónde estamos y a dónde queremos ir”, según ha resumido hoy uno de los miembros del Comité que otorga cada año el premio. El neurocientífico británico-estadounidense O'Keefe recibe la mitad del premio y los noruegos May-Britt y Edvard Moser, marido y mujer, comparten la otra mitad del galardón. Se trata del quinto matrimonio que gana este prestigioso galardón.
Los premiados han descubierto "nuestro GPS" interno dentro del cerebro y demostrado la estructura detallada a nivel celular que es la base de funciones cognitivas complejas, ha dicho el Comité del Nobel en el comunicado de anuncio del Premio.
Los premiados han descubierto "nuestro GPS" interno dentro del cerebro
John O'Keefe, profesor de neurociencia en el University College de Londres, descubrió en 1971 un tipo de células nerviosas que se activaban alternativamente cuando una rata estaba en uno u otro punto de un habitáculo. Se trataba de las primeras neuronas de posicionamiento que se observaban y se encargaban de hacer un "mapa de la habitación". Esas "células de lugar" se encontraban en el hipocampo, la región del cerebro que recibe su nombre por tener forma de caballito de mar. El hipocampo es una de las partes más internas, mejor conservadas y primitivas del cerebro, y tiene todo el sentido pues la orientación y el posicionamiento son esenciales para conocer el entorno y evitar acabar siendo devorado por un depredador.
"Conocí a O'Keefe en los setenta, cuando yo aún era un estudiante, y su teoría del hipocampo como mapa cognitivo no se la creía nadie", explica Juan Lerma, director del Instituto de Neurociencias de Alicante. "Es un auténtico pionero", reconoce, porque actualmente muchos neurocientíficos estudian esas neuronas de lugar, en parte porque las técnicas para estudiarlas son "mucho más fáciles que hace treinta años", añade. Gracias  a microelectrodos, "unas finísimas agujas que llevan circuitos impresos", se puede medir la actividad de cientos de neuronas en el hipocampo y desentrañar ese mapa cognitivo del que hablaba en los setenta.
En 2005 el trabajo de O'Keefe se vio reivindicado cuando el matrimonio Moser descubrió un nuevo componente del GPS cerebral. Se trataba de las "células de red", un sistema interconectado de neuronas que determinan la posición y nos ayudan a encontrar un camino determinado. Edvard y May-Britt Moser, que actualmente  trabajan en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, también mostraron cómo las células de lugar descritas por O'Keefe y las de red se compenetran para determinar la posición y ayudar al individuo a orientarse.
"En los años setenta la teoría del hipocampo como mapa cognitivo no se la creía nadie"
Los hallazgos de estos tres investigadores, han dicho los responsables del premio, han ayudado a responder una pregunta que obsesionó a filósofos y científicos durante siglos: ¿cómo el cerebro crea un mapa del espacio que nos rodea y cómo nos ayuda a movernos por un entorno complejo?
Los hallazgos de los tres nobeles se hicieron en animales, pero más recientemente también se han descubierto pruebas de que hay un sistema similar en el cerebro humano. Gracias a las nuevas técnicas de imagen cerebral y también al estudiar pacientes que necesitaban cirugía en el encéfalo se ha demostrado que nuestro cerebro también tiene esas células de lugar y de red que componen el GPS interno. Las células de red descubiertas por los Moser se encuentran en otra zona del cerebro conocida como la corteza entorrinal y que se comunica con el hipocampo para que el sistema funcione correctamente. En los enfermos de alzhéimer esas dos áreas del encéfalo sufren daños y por eso los pacientes tienen problemas para orientarse y llegan a perderse. El estudio de estas redes cerebrales, dice el Comité, puede ayudar ahora a explicar cómo esta enfermedad causa una "devastadora pérdida de memoria".

El descubrimiento del posicionamiento en el cerebro supone "un cambio de paradigma" para entender cómo un grupo de células especializadas se encargan de tareas cognitivas complejas y "abre una vía" para entender la memoria, el pensamiento y nuestra capacidad de planear, ha añadido el Comité.


21 sept 2014

CURIOSIDADES SOBRE LA RISA




Y PARA EMPEZAR CON BUEN HUMOR...



¿Eres de esos a los que les encanta reírse? ¿Prefieres irte a la cama después de haber visto una comedia en la televisión? La risa tiene diversos beneficios a nivel físico y mental.

Los investigadores siguen averiguando qué efectos puede tener este comportamiento sobre la salud humana.


El humor mejora la memoria
Chambers y Payne han publicado recientemente (2014) los resultados de un experimento en el que comprobaron los efectos positivos del humor sobre los procesos de consolidación en la memoria de aquello que nos parece gracioso.

En su trabajo expusieron a los participantes a una serie de dibujos tipo cómic clasificados como graciosos y no graciosos. Después de ver las imágenes, a algunos de los participantes se les pidió que no durmieran durante las doce horas siguientes, mientras que a otros sí se les permitió hacerlo. Después de esas 12 horas, volvieron a preguntar sobre los dibujos a todos los participantes y así valorar el recuerdo del material.

Los resultados mostraron por primera vez que los dibujos calificados como divertidos o graciosos se recordaron mejor que los no graciosos no sólo tras un tiempo corto (15 minutos) sino también tras un período de tiempo más largo (12 horas). De forma curiosa, además el sueño influyó positivamente en la consolidación de la información humorística sólo cuando los participantes no habían visto los dibujos con anterioridad y los valoraron subjetivamente como graciosos. Según los autores, este efecto del humor sobre la memoria podría deberse a la generación de un mayor arousal (o activación fisiológica y psicológica) causada por los estímulos hilarantes.

Como nos muestra la investigación reciente, la risa es buena para tu cerebro y para el resto del cuerpo, así que parece recomendable buscar el lado positivo de las cosas y encontrarle la gracia, que los beneficios para la salud llegarán solos.

SALUDO DE BIENVENIDA A LOS NUEVOS ALUMN@S ----------------------------------Septiembre 2014-15


Hola a tod@s
Os presento el blog de Biología del colegio Jesús-María, San Agustín de Orihuela. 

Estáis invitados a visitarlo y a compartir opiniones, datos, noticias, descubrimientos  y curiosidades, referente al amplio mundo científico.

Deseo que os vaya muy bien y tengáis un buen curso.

Os espero!!
Vuestra profesora

1 jun 2014

El caso de la profesora que olvidó cómo leer

letragarabato
En octubre de 2012, la profesora de guardería M.P. se disponía a empezar la primera clase de la mañana cuando abrió el libro de texto y descubrió que estaba escrito en una lengua extraña que no lograba descifrar. Pensó que algún compañero le estaba gastando una broma y le habían dado un libro de texto en ruso, árabe o un idioma similar. Sin embargo, comprobó que todos los niños a su cargo tenían libros similares al suyo. No es que el libro estuviera en un idioma extraño, era ella la que había olvidado como leer.
El neurólogo le realizo varias pruebas y comprobó que había sufrido aquella noche un microinfarto, suficientemente pequeño para pasar desapercibido pero que había destruido una región muy concreta en su cerebro, provocando la perdida en la capacidad de reconocer las letras pero dejando intacta la capacidad de hablar e incluso escribir. El caso de M.P. ha sido publicado recientemente en Neurology por la novedad de sus síntomas. ¿Por qué? Para descubrirlo entendamos un poco más que hace nuestro cerebro a la hora de leer un texto, y que le ha pasado específicamente a M.P.
La capacidad para leer un texto es reciente para nuestra especie (la escritura como tal surgió hace 6000 años, casi nada desde un punto de vista biológico) y para ser tan novedosa el proceso es sorprendentemente complejo.  Para usar el lenguaje requerimos del funcionamiento y coordinación de diferentes áreas cerebrales, implicadas en diferentes tareas específicas.
Cuando observamos un cuadro, la corteza visual de nuestro cerebro recoge la imagen recibida por nuestros ojos y la interpreta en forma de líneas, ángulos y colores. Posteriormente, esta misma área procesa la imagen identificando formas concretas y buscando un significado al compararlos con los diferentes conceptos almacenados en nuestra memoria. De esta forma, en el cuadro podemos identificar montañas, árboles o figuras humanas.
Pero con los libros esto es diferente. Nuestro cerebro debe identificar cada uno de esos signos que llamamos letras, unirlos en una palabra y buscar su significado. Este proceso esta tan especializado en nuestra cabeza que tenemos un área encargada únicamente de esta tarea: el área de Wernicke. Si en vez de interpretar un texto, queremos decir algo en un idioma, debemos seleccionar las palabras a decir y coordinar los movimientos de la boca, de esto se encarga otro área diferente: el área de Broca. No se sabe mucho sobre el funcionamiento exacto de cada una de estas áreas, pero se conoce su participación e importancia en estos procesos gracias a pacientes como M.P., que pierden una capacidad concreta al sufrir un daño neurológico en uno de estos sitios.
Las personas con el área de Wernicke dañada pierden su idioma, impidiendo que puedan leer, escribir o escuchar lo que se les dice. En cambio los pacientes con el área de Broca dañada son capaces de entender lo que escuchan y pueden escribir, pero no pueden expresarse correctamente ya que su cerebro no selecciona las palabras correctas al hablar, usando palabras equivocadas (confundir gato por árbol) y en los casos más graves pudiendo pronunciar únicamente una silaba. El caso más celebre es el del paciente Bam, que únicamente era capaz de pronunciar esta silaba aunque entendiera lo que se le decía. El caso fue estudiado por el neurólogo Paul Broca, describiendo en la autopsia la zona dañada que posteriormente llevaría su nombre.
Dependiendo del daño neurológico sufrido, en algunos casos es posible recuperarse aprendiendo a hablar de nuevo desde cero. Al igual que una persona con las piernas dañadas necesita rehabilitación es posible neurorehabilitar a un paciente enseñando de nuevo el lenguaje y aprendiendo a escribir o hablar. Una de las propiedades de nuestro cerebro es su plasticidad, lo que le permite cambiar y aprender nuevas (u olvidadas) habilidades de nuevo.
El caso de M.P. ha sorprendido a la comunidad científica por su rareza. Ha perdido la capacidad de leer pero no la de escribir ni hablar. Su daño se localiza en la conexión entre la corteza visual y el área de Wernicke, de manera que aunque su capacidad del lenguaje sigue intacta (por eso puede hablar y escribir), su cerebro es incapaz de ver las letras, ella solo ve garabatos dibujados sobre el papel.
Curiosamente, se ha comprobado que aunque M.P. no sea capaz de leer, es capaz de tener una respuesta emocional a las palabras que observa. Por ejemplo, es capaz de distinguir entre las cartas dirigidas a ella o a otro miembro de su familia, aunque sea incapaz de leer su nombre, y si se le expone una palabra que represente algo que le gusta (como postre) reacciona diciendo que le apetece “eso” que está escrito.
Probablemente se deba a que las palabras que observamos sigan dos caminos por nuestro cerebro: uno dedicado a entender el significado de las palabras y ser conscientes de ellas, y otro camino más sutil y emocional conectado con las regiones implicadas en emoción como el tálamo. Esta conexión se encargaría de aportar un significado emocional a algunas palabras, como el sentimiento negativo de la palabra “asesinato” o el sentimiento positivo de la palabra “alegría”. Dicho de manera poética, M.P. ha perdido la capacidad de leer las palabras con su cerebro, pero aun las sigue leyendo con el corazón.

  



Se conoce como fascículo arcuato, o fascículo arqueado, al haz de fibras axónicas que conectan la región posterior de la circunvolución temporal superior del lóbulo temporal, donde se encuentra el área de Wernicke, con lacircunvolución frontal inferior del lóbulo frontal, donde está ubicado el área de Broca.
El fascículo arcuato es parte del fascículo longitudinal superior y desempeña una función clave para el normal funcionamiento del habla y lenguaje humano. Las lesiones en el fascículo arcuato puede causar un tipo de afasia conocida como afasia de conducción, la cual se caracteriza por la incapacidad de repetir o aprender nuevas palabras u oraciones, orales o escritas, aunque el individuo pueda articular las ya aprendidas.